sábado, 2 de noviembre de 2013

¿CÓMO SE PUEDE PROVOCAR EN LOS NIÑOS Y NIÑAS EL RECONOCIMIENTO COMO SUJETOS POLÍTICOS DE CONCIENCIA?



En algún momento de mi vida considere que hablaba mucho y preferí callar, durante ese silencio note que la injusticia que pulula en toda la nación comenzó a rodearme a mí también, pues quien no se para a hacer algo contra la realidad cruel está participando de ello, dice una porción bíblica: “quien sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado”[1]

Así que comencé a hablar nuevamente pero con más fuerza pensando siempre que mi discurso en gran o pequeña medida puede afectar a las personas a mí alrededor y hacer así lo que yo llamo “pequeñas revoluciones”

Cada uno de nosotros dentro de si lleva un investigador que en ocasiones concluye de la misma manera que lo hace un niño que está aprendiendo a caminar  a pasos cortos, a prueba y error, aprende lo que es correcto y lo que no, lo que produce dolor y lo que produce placer.

Esas investigaciones empíricas siempre deberían llevar a transformaciones sociales especificas pero noto con tristeza que no es el acontecer de este postrer tiempo; al parecer hay un mal que aqueja el Colombiano y es el miedo a: ser tildado de chismoso por meterse en lo que no le importa, a no lograr impactar a las personas para lograr cambios, a morir en una esquina por defender la justa causa.

En la academia pasa algo similar hay ciento y una tesis albergada en los estantes fríos de bibliotecas no visitadas, hay no sé cuántas investigaciones todas igualmente importantes que el único cambio significativo que aportaron fue un árbol menos al imprimirlas en el papel en limpio para ser entregadas.

Escuchas a un sinfín de historiadores, filántropos, académicos en general opinando de lo que debió o no hacer un gobierno pero de ahí no pasan sus aportes, parece que se graduaran para ser comentaristas deportivos, quienes no están en el terreno de juego sudando la camiseta ni tampoco animan el equipo desde la banca, solo están hay dando su cátedra cargada de conocimiento que sabe a metal pues no hacen sino ruido, pues su intrepidez es la misma de un puma en el zoológico.

¿Para qué se investiga? El fin de analizar un conflicto social debe ir más allá de sistematizar sus datos o lograr exponer sus alcances en una conferencia. La investigación cualitativa debe lograr mover las fibras de quien la realiza y a la vez ser tan clara que permita al que la lee o la escucha, preguntarse ¿y qué debo hacer? Un politólogo dijo: hace mucho que el pueblo no elige un caudillo por convicción sino que eligen a uno para castigar al representante  que está saliendo.

Un sujeto social no debe esperar ser conducido por las circunstancias y conformarse a los despojos, el sujeto social debe participar activamente del quehacer político desde su lugar de trabajo pertinente. Y es hay donde surgen las “pequeñas revoluciones”

Cada individuo desde su posición social está en capacidad de ser un forjador de destino capaz de alterar el rumbo de las personas que lo rodean, con la habilidad de sentar precedentes y motivar a otros a tomar la iniciativa de cambio.

Estoy persuadida que la mejor forma de volver a un niño sujeto de política es a través del ejemplo, los adultos deben dejar su pasiva comodidad y entrar a participar activamente de la realidad social que los circunda, esta sería la forma más arrolladora de incentivar al niño a participar.

Un ciudadano en formación será imitador de sus ejemplos inmediatos, los adultos, pero si estos no participan de los procesos sociales de su comunidad, ¿Cómo se puede esperar que el niño sea un sujeto de derecho o un sujeto político? Sin embargo dejando de lado esta punzante realidad un niño puede ser un sujeto de derecho cuando:

1.       Se le hace partícipe de los eventos sociales sean: recreativos, culturales deportivos etcétera.
2.       Se le enseñan sus deberes y también sus derechos.
3.       Se respetan sus opiniones  y se abren espacios para que de sus reseñas.
4.       En las decisiones que son de acuerdo a su desarrollo se le tiene en cuenta.

Concluyo diciendo lo que opina Mafalda, el País está esperando   ¿Qué vamos a hacer?



[1] Santiago 4:17, reina Valera 1960

Poema: Desarrollo Económico Iberoamericano

Niñez en desarrollo


La vida demanda un juicio
El llanto de los niños ha llegado a sus oídos
Sus caritas desfallecen
Pasa el tiempo y sabe a olvido.

Amartya dice: para ser libre hay que estar vivo
Pero, realmente vive, quien está bien nutrido
Invertir en la niñez es el camino al desarrollo 
Procurar su bienestar calmara muchos enojos.

El empobrecimiento se hace evidente en la calle
Pero nace en el descuido de una niñez errante
La tristeza en el rostro desvalido de un adulto
Pudo haber cambiado, si a tiempo se hubiera curado

Una niñez segura 
Es la clave que promete
Acabar con la pobreza
Y no ser un adulto delincuente.